Además como muestra de eterno agradecimiento por su buen hacer, colaboración y cariño con todas las personas que tuvieron la suerte de coincidir con él y especialmente el agradecimiento por su inmensa devoción y respeto hacia nuestros Titulares a los que tanto veneró en vida.
Rogamos a los Hermanos de esta Cofradía una oración por su eterno descanso para que goce ya de la presencia del Santísimo Cristo de la Victoria y quede amparado para siempre bajo el manto de Nuestra Señora de la Paz.
Descanse en Paz.